La imagen entre la Formación Profesional y el mundo empresarial continúa su constante mejora

Según los datos que recoge el Informe de Retos de Formación Profesional realizado por Fundación ATRESMEDIA en colaboración con el IESE, desde hace algunos años, el esfuerzo y la colaboración del entorno educativo, el sector productivo y las administraciones públicas, han comenzado a dar sus frutos. Los datos muestran un incremento tanto en las matriculaciones como en las ofertas de empleo dirigidas específicamente a egresados de este sistema educativo.

Las consecuencias de mejorar la imagen de la FP

Los retos de la Formación profesional consisten en mejorar la imagen social de la FP y conseguir atraer a los jóvenes. Estos dos objetivos han tenido un aumento notable, pero actualmente los nuevos retos que se plantean son el aportar valor y capacitación a la transformación sectorial y laboral en España, sin tener en cuenta que unos de sus objetivos principales es proporcionar a los alumnos las capacidades, conocimientos y competencias necesarios para desempeñar una profesión de manera profesional gracias al conocimiento práctico y aplicado. Con todo esto, lo que se prevé es mejorar la imagen de la Formación Profesional y que, de esta manera, tanto los jóvenes como sus padres se animen a formar parte de la FP.

Otra de las mejoras para la imagen de la Formación Profesional, es que es una herramienta eficaz contra el aumento del índice de abandono escolar prematuro. Gracias a la FP, los alumnos consiguen encontrar su camino, madurar y tener ganas para seguir estudiando, cosa que, en el caso contrario, de no ser por la Formación Profesional, dichos alumnos dejarían los estudios.

La comunicación entre la Formación Profesional y el mundo empresarial

Mientras tanto, la unión entre el sistema formativo y el mundo empresarial está en la comunicación. Es importante generar una comunicación estrecha y permanente que agilice el aprendizaje de los alumnos que las empresas demandan a la hora de ofrecer empleabilidad, consiguiendo que el sistema formativo adapte sus contenidos a las necesidades del mundo empresarial.

En la última década, la Formación Profesional ha sufrido una gran transformación positiva debido a la recesión económica y al crecimiento del paro juvenil, que ayudaron a que muchas familias apostasen por este tipo de estudios, tras comprobar que los datos de empleabilidad juvenil con estudios de Formación Profesional eran altos. Esto y el esfuerzo en flexibilizar su estructura e intentar adaptar el sistema para mejorar la imagen y renovar la docencia, ha hecho que la percepción de la FP mejore y las empresas estén interesadas en participar en este proceso.

Aunque todo esto esté mejorando, queda un largo camino por hacer en el que están involucrados los alumnos, profesores, centros y empresas. Todo ello para que en el futuro, la Formación Profesional sea una de las principales opciones planteables de los alumnos a la hora de terminar sus estudios obligatorios. La empleabilidad y la mejora de la imagen irán creciendo a medida que todos estos puntos se vayan consolidando en la sociedad y en las empresas.

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