Andrea Vilallonga: Trabaja la expresión, comunicar con y sin mascarilla

La Consultora en Imagen y Comunicación Andrea Vilallonga ha sido la encargada de la sección "Grandes Profes, Cuida a sus Profes" en la cita educativa más esperada del año, que en su octava edición recoge una serie de talleres y píldoras digitales muy especiales dirigidas a los docentes.

Centrándose en su especialidad y teniendo en cuenta nuevas rutinas derivadas de la pandemia como el uso de las mascarillas, Andrea Vilallonga ha querido aportar a los Grandes Profes algunos consejos destinados a “trabajar la expresión para saber comunicar”, “mejorar la imagen para conseguir una mayor influencia” y “renovar la actitud para trabajar la positividad”.

Andrea Vilallonga comparte algunas claves con los Grandes Profes para comunicar mejor

El uso de las mascarillas derivado de la pandemia por la Covid-19 ha eliminado la comunicación no verbal que aportan al rostro la nariz y la boca. "Ahora las cejas, los ojos, la cabeza, la gestualidad y el cuerpo han adquirido mayor protagonismo", no solamente para comunicarnos mejor, sino para entender mejor el mensaje que aporta el otro.

Ante este nuevo panorama, la cabeza ayuda a mostrar interés por el mensaje. "De hecho, es el elemento más importante de la escucha activa". Los ojos son los receptores de la información y la conexión más directa con el otro. Si no hay mirada, no hay conexión. "Se dice que mirar, es tocar en la distancia".

El tercer elemento clave en la comunicación son las cejas, "porque son el indiciador del pensamiento". La speaker internacional señala que son las que "van a dar las pistas a nuestro interlocutor de cómo nos sentimos con el mensaje que nos está dando". Los gestos sirven para sustituir, reforzar, e ilustrar la comunicación verbal, destacando la importancia de usar también las manos con conciencia.

La importancia del cuerpo y la postura en la comunicación, por Andrea Vilallonga

A nivel corporal, lo que debemos mostrar, sobre todo físicamente, es la energía y las ganas de estar ahí a través, por ejemplo, de una postura erguida que denote presencia. Andrea Vilallonga señala que existen cuatro direccionalidades que podemos utilizar, o que pueden ir en nuestra contra:

• la direccionalidad descendente, que siempre aporta una sensación más de pasividad, de cansancio, o de pocas ganas.
• la direccionalidad ascendente, una direccionalidad energética, con el esternón elevado, y que implica a los hombros y al diafragma, siempre teniendo cuidado de no levantar en exceso el rostro.
• la direccionalidad en avance, que es aquella que muestra interés y cercanía a nuestro interlocutor.
• la direccionalidad en retroceso, que aporta distancia y nada de implicación en el mensaje del otro.

Por último, Andrea Vilallonga ha añadido un sexto elemento fundamental en la comunicación: la voz. "Detrás de la mascarilla tenemos que reforzar la proyección de la voz y la vocalización", sin confundir esto con gritar. "Con todos estos elementos, vuestra comunicación será exquisita", concluye la ponente.

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